jueves, 10 de junio de 2010

Rayuela: Capítulos 12,106,13

Nuevamente hago uso de este espacio para publicar el cuarto número de este Análisis de Rayuela. El capítulo 12 es una continuación de las reuniones del Club, donde Gregorovius demuestra, con los diez dedos, que esta enamorado de la Maga, e intenta sacarle un poco de información a este enigmático personaje, hecho que se repite a lo largo de varios capítulos. Después de esta pequeña introducción, la narrativa se centra en el mismo Horaio, además de seguir analizando muchos de los oscuros secretos del jazz. Esta práctica de comentar la música con las palabras es un ensayo para el maravilloso concierto de Berthe Trépat: el jazz como ejercicio de liberació, la respiración para volver a atacar la melodía, esas noches de los años veintes, esos rincones olvidados, el bop, Hawkins, Bessies Smith, etcétera. La Maga le dice a Ossip que su niñez no lo ayudará a entenderla mejor. Aquí vale la pena hacer el primer alto importante. La niñz es considerada una de las épocas más importantes dentro del ciclo de vida, pues parece ser la etapa formativa de las personalidades, y sin embargo, la Maga viene a romper este tabú para volverse cada vez más un personaje enigmático. Ya de por sí, la extraña relación entre Horacio y Lucía hacen que, para el lector, la Maga sea ese personaje enigmático, inalcansable y, al mismo tiempo, el objeto de mayor deseo. Cortázar nos presenta un personaje que no calza los mismos moldes más que usados, por el contrario, busca romper tanto con la paridad espacio-tiempo como con las reglas del desarrollo individual dentro de la sociedad. Me viene a la mente como ejemplo inmediato Jimmy o Snowman, el protagonista de Oryx y Crake. Cuando Atwood nos presenta al Jimmy adulto, pocos pueden entenderlo, pero conforme conocemos la infancia y el subsecuente crecimiento de nuestro protagonista, Jimmy va adquiriendo fondo y forma, pero sólo a través del conocimiento de su pasado. En el caso de la Maga, éste no sirve para explicarlo al grado de que lo poco que nos deja ver, no alumbra demasiado sobre ella.

El siguiente tema dentro de este mismo capítulo son los intercesores. Aquí nos plantea una interrogante que, creo vale la pena ser cuidadoso en ella. Aquí es por medio de la Música que conocemos otras realidades, que viajamos hacia otro lugares y otro tiempos, otras realidades que pueden ser meras ilusiones, pero toda la ilusión es una realidad, y toda la ilusión puede mover más que una verdad, aunque sea algo no real. Y es que la verdad es una utopía inalcanzable, mientras que lo que nosotros pasamos por realidad y verdad son meras ilusiones. Y todas esas ilusiones son eslabones de una cadena inexistente, la cadena vertiginosa hacia atrás hacia un mono mirándose en el agua el primer día del mundo. Son los intercesores son una irrealidad monstrándonos otra, un acceso a un plano, a una zona inimaginable que hubiera sido inútil pensar, porque todo pensamiento lo destruiría... Y nuevamente viene esa gran contradicción del hombre, que intenta explicar todo bajo su lógica, sin llegar a entener que cada cosa tiene su lógica propia, y que a Dios no es posible entenderlo mediante ecuaciones, así como a las leyes físicas no es posible entenderlas mediante amor, y la lista de ejemplos sería completamente interminable, pero no me gustaría ahondar mucho ahí, pues me estaría desviando del tema, solamente es algo para pensar.

El capítulo 106, por su parte, es una de las alusiones a lo que probablemente eran de las piezas favoritas de Cortázar: dos canciones de jazz (obviamente, sin hacer énfasis en los subgéneros). Lamentablemente, no pude conseguir la música de estas dos piezas para poderlas comentar.

Por último, el capítulo 13 es una reflexión vaga sobre el jazz, ensayo nuevo para convertir la música en palabras de una manera increíblemente agradable, entre vodka (porque siempre hay vodka) y humo. Aquí, justo al final, Oliveira hace mención de Traveler, personaje de gran importancia en capítulos posteriores y que, junto con Gregorovius y Oliveira, forman un espejo en el espejo bastante interesante.

Nuevamente invito que cualquier duda, comentario o debate que gusten establecer, estoy abierto a escuchar cualquier opinión, con el único propósito de mejorar esta aventura dentro de la novela cortaziana. Me despido esperando publicar cuanto antes la quinta entrada.

Joetich

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